A hiss between the rocks makes us stop in our tracks. Poskok! They have warned us of this snake. It was the first word we learned in the local language, even before saying ‘thank you.’
Un siseo entre las rocas nos hace detenernos en seco: ¡Poskok! Nos han advertido de esta víbora tantas veces que ha sido la primera palabra que hemos aprendido en el idioma local, incluso antes de saber cómo dar las gracias.